Ascensión y Descención.
Es muy distinto honrar a nuestros padres, que el estar en deuda eterna por traernos a vivir, y quererlo hacer como ellos, a su imagen y semejanza. No está mal, pero no da cabida a la posibilidad de encontrar nuevas y mejores formas de ver y tratar con el mundo. Toma lo mejor, descarta lo que no lo es tanto y continua tu propio camino, con machete y con gravilla.